Milagro: un hombre cayó de piso 47 y sobrevivió

ecuatoriano limpia ventanas

Cuando alguien nos dice que un hombre cayó de piso 47 y sobrevivió, se nos vienen a la mente varios pensamientos: de un lado, que no puede ser verdad y, de otra parte, que se trata de un milagro, porque nadie puede seguir con vida luego de semejante impacto.

Qué fue lo que sucedió realmente con este ecuatoriano

En 2008, Alcides Moreno, un trabajador ecuatoriano que cayó desde un andamio, en el que se encontraba trabajando en un piso 47 de un rascacielos de Manhattan, se empezó a recuperar satisfactoriamente desde, tan solo, unos días después de siniestro.

Además, cayó de piso 47 y sobrevivió, pero eso no es todo. En la actualidad, se encuentra totalmente recuperado, al tiempo que su hermano, quien cayó con él, murió de inmediato.

A los pocos días del accidente, ya conversaba tranquilamente con su familia, estando en el Hospital Presbiteriano aún, como es más que obvio. Desde un principio, los médicos consideraron que era muy difícil que volviera a caminar pero, de manera increíble, en la actualidad lo hace normalmente, al tiempo que lleva una vida tranquila, excepto por cierto sentimiento de culpa.

Sentimiento este, que se le viene a la mente, porque se considera culpable de que él haya sobrevivido y su hermano no. Desde los días de su hospitalización, el doctor Herbert Pardes, del hospital citado, afirmó que “si podemos hablar de milagros médicos, este ciertamente lo merece”, en opinión de quien es presidente y director ejecutivo del hospital de Nueva York, durante una conferencia de prensa, en la que dijo, además, que “se espera que se recupere al cien por cien”.

Alcides cayó de piso 47 y sobrevivió, cuando limpiaban las ventanas de un edificio

limpiando rascacielosAlcides Moreno y su hermano Édgar, ambos residentes en Linden, Nueva Jersey, en su momento, cayeron desde un andamio colocado a 167 metros de altura (piso 47, reiteramos), cuando limpiaban las ventanas de un edificio en Manhattan.

Como ya lo anotábamos, Édgar murió en el acto, al tiempo de Alcides se fracturó decenas de huesos, incluidas la varias de sus costillas, ambas piernas y su brazo derecho, “únicamente”.

Además, sufrió daños serios en su columna vertebral y en su cerebro, por el hecho de que, ni Alcides mismo, ni su hermano Édgar estaban protegidos con el uso de un arnés de seguridad.

En su momento, Alcides fue sometido a 10 operaciones ortopédicas, al tiempo que recibió 22 unidades de sangre, 9 de plasma y algunas otras de plaquetas. Los médicos decían, además, que era necesario que permaneciera varias semanas en el hospital, en vista de que debía ser sometido a otras cuantas intervenciones quirúrgicas en la columna y en las paredes del estómago.

Por más que el presidente y director ejecutivo del Hospital Presbiteriano, hubiera manifestado, en su momento, que se trataba de un “milagro médico”, consideramos que el tema va muchísimo más allá de ello.

Por la mera ley de la gravedad, la aceleración que se adquiere al caer desde 167 metros de altura, es inmensa, en virtud de los cual, muchos consideran que se trató de una intervención divina, con lo que estamos de acuerdo.