Si sois profesionales dedicados al ámbito dental y más concretamente a la ortodoncia y estáis pensando en abrir una nueva clínica, estamos seguros que este artículo os va a interesar.

¿Cuáles son las necesidades para una clínica de ortodoncia?

• En primer lugar, necesitaremos los permisos pertinentes. Montar un negocio, sea cual sea, no es tarea fácil… y menos si se trata de negocios que tienen que ver con la salud. Lo primero que deberemos hacer es buscar el local y luego solicitar el permiso de apertura en el Ayuntamiento (permiso de apretura o bien de obras si hiciera falta hacerlas). Si local es ya nuestro, será mucho más fácil, pero si no tenemos, deberemos valorar si queremos comprar uno o bien alquilarlo. Cada ayuntamiento tiene una oficina de ayuda para este tipo de casos: si tienes dudas, pide hora.

• En caso que podamos escoger y partir de cero, lo mejor es intentar buscar uno que cumpla con todas nuestra expectativas. A poder ser, entre otras:

• Céntrico: para que sea fácil llegar a nosotros deberemos estar lo más céntricos posible, y si puede ser bien comunicados con el transporte público.
• Espacioso: para llenarlo de todo lo que necesitemos poner en la clínica y también para distribuirlo como mejor pensemos.
• Luminoso: lo ideal sería poder tener luz natural, aunque somos conscientes de que esto es cada vez más difícil. Si fuera el caso, lo que debemos tener presente es poder una buena iluminación: pensad que tratar con dientes implica un nivel de detalle muy alto.

• Depende de cómo nos queramos organizar deberemos hacer obras de reforma o no. Normalmente en una clínica dental se tocan varias especialidades, y muchas veces no se está solo sino que se comparte espacio con uno o dos más profesionales de tu equipo. Las salas se pueden equipar según necesidades o especialidades de quien las vaya a usar. Por ejemplo: si estamos especializados en ortodoncia, nuestras necesidades serán unas concretas, que seguramente que no coincidirán al 100% con el especialista que se dedica a la limpieza bucal. En caso de querer salas polivalentes, deberemos tener muy claro que es lo que queremos en cada una de las salas para calcular bien el espacio.

• El cliente (paciente) deberá estar cómodo en todo momento. Esto implica tanto dentro como fuera, es decir: antes de entrar deberá disponer de una sala de espera con suficiente luz i alguna revista para distraerse. Y luego una vez dentro también tendrá que estar cómodo: el asiento debe ser homologado y con el máximo de prestaciones posibles (regulación automática de altura e inclinación, etc.)

• En todo momento deberemos asegurarnos que se cumple la normativa vigente. Esto básicamente es por dos razones: porque de vez en cuando hay controles de calidad y, en segundo lugar y más importante, porque estamos jugando con la salud de terceras personas y no nos podemos arriesgar a que tengan una infección por culpa de un material en mal estado. Debemos cumplir muy bien los criterios de higiene y esterilización de elementos (algunos se puede esterilizar de nuevo después de cada uso, mientras que otros deberán ser siempre desechables).
• Cuida al cliente, él lo es todo. Estaría bien que periódicamente realices encuestas de valoración de la calidad, para saber si están satisfechos con el servicio, con el trato humano, con la lista de espera, con la flexibilidad horaria, con las facilidades de pago, etc. También estaría bien ofrecer algunas ofertas de fidelidad, de manera que pudieran adquirir packs o bonos según su uso. Por ejemplo, revisión gratis por cada x cosa, limpieza bucal, descuento del x% en según qué tratamientos, etc.