La marea pensionista se ha desplegado coordinadamente en todo el país. Todas las grandes capitales se han manifestado hoy contra el gobierno español para reclamar un aumento de las pensiones que permita los jubilados de poder salir de la precariedad. Y es que el aumento de este año del 0,25% de las pensiones, por debajo del IPC, les ha hecho perder más poder adquisitivo y el malestar ha estallado en protestas y movilizaciones.
En Barcelona, la manifestación ha arrancado de la plaza de Urquinaona y ha finalizado ante la delegación del gobierno español. Se han oído gritos de ‘Las pensiones serán siempre nuestras’ o ‘queremos la pensión del padre de Borbón’ y se han visto pequeñas pancartas con duras críticas al gobierno de Rajoy. Según la Guardia Urbana han asistido más de 30.000 personas.
Una movilización histórica
Además de los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT, hay varias entidades que han convocado la manifestación, como por ejemplo la Marea de Pensionistas y la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones. Las movilizaciones pueden volver a llenar las calles. ‘Hay un proceso de acumulación de rabia e insatisfacción de mucha gente’, explica Celestino Sánchez, activista social de larga trayectoria y miembro del colectivo yayoflautas.
El principal motivo de las movilizaciones es un aumento de la pensión que consideran insuficiente. Además, hay una preocupación creciente por la sostenibilidad del sistema. Desde el 2012, el PP ha hecho que la hucha de las pensiones de la Seguridad Social menguara de los 66.813 millones de euros a los 8.094. Porque el sistema continuara siendo sostenible, El Banco de España ha advertido que la tasa de desocupación tendría que bajar al 6%.
Sánchez acusa CCOO y la UGT de aprovecharse de la situación y ser ‘cómplices’, junto con el PP y el PSOE, de la situación del sistema público de pensiones. ‘Los sindicatos sólo quieren que haya movilizaciones para negociar de acuerdo con sus intereses, que no son los que proponen la Marea de Pensionistas, los yayoflautas y los otros colectivos.’ Argumenta que hay bastante capacidad recaudatoria para asegurar la viabilidad de unas pensiones dignas, pero critica que el gobierno español prefiere destinar el dinero a la banca, a las autopistas fracasadas, a obras públicas encargadas a constructoras y hacer la vista gorda a la corrupción.
