Cómo afecta la pornografía a la salud

como afecta la pornografia a la salud

A pesar de que el porno es un tipo de contenido sumamente antiguo, lo cierto es que en la actualidad los temas relativos al consumo de material vinculado al porno continúan suponiendo auténticos tabúes dentro de la sociedad.

Además, desde hace algunos años se ha estado planteando la forma en que el porno puede afectar el comportamiento de quienes consumen vídeos, revistas, o cualquier otra clase de contenido para adultos.

Desde el desarrollo de internet, el consumo de porno ha aumentado considerablemente, llegando a niveles antes inimaginables (hoy en día existen todo tipo de categorías para todos los gustos, desde amateur hasta gay porn) y aunque para gran parte de las personas se trata solo de un elemento de entretenimiento, para muchas personas podría llegar a representar el origen de una marcada dependencia.

De acuerdo a investigaciones científicas, se conoce que consumir pornografía de forma continua podría llegar a resultar incluso más adictivo que el consumo de drogas.

Y es que la adicción al porno podría llegar a causar problemas psicológicos, mentales, sociales e incluso físicos, iguales o bastante parecidos a los causados por la adicción a las sustancias psicoactivas.

¿De qué forma la pornografía puede afectar la salud?

Todas aquellas cosas que realizamos diariamente suelen moldear nuestro cerebro, dado que el mismo se trata de un órgano vulnerable y flexible, y de acuerdo con estudios, la materia gris en la franja de recompensa del cerebro suele ser más pequeña en el caso de quienes consumen porno de forma constante.

De modo que el consumo frecuente de porno puede generar incluso modificaciones físicas.

Sin embargo, eso no es todo, ya que también resulta sencillo que aquellas personas que consumen pornografía acaben en medio de una espiral compulsiva que les obligue a ver este tipo de contenido, afectándole así no solo a nivel físico, sino también afectivo y social.

Y es que las personas adictas a la pornografía, por lo general, pasan horas consumiendo porno y/o buscando nuevas fuentes que le permitan conseguir esta clase de contenidos. Justamente por eso, suele ser común que la dependencia a la pornografía termine afectando a las personas de las siguientes maneras:

Cambios en el estado de ánimo

persona estresada tapandose cara

Generalmente, la adicción al porno termina causando considerables cambios en el estado de ánimo, destacando especialmente los mencionados a continuación:

  • Depresión grave.
  • Problemas para controlar la ira.
  • Desarrollo de conductas obsesivo-compulsivas.

Aislasmiento social

Si bien existen otros tipos de adicciones que cuentan con un carácter más social, como por ejemplo, nicotina, alcohol, cannabis e incluso café, lo cierto es que las personas que consumen pornografía constantemente suelen hacerlo a solas, y muchas veces también a escondidas.

De modo que las personas, en los múltiples casos, terminan aislándose casi por completo de su entorno.

Exceso de masturbación

El masturbarse de manera excesiva, a causa del consumo de porno, podría llegar a provocar que las personas terminen desarrollando diversos trastornos, incluyendo sobre todo los siguientes:

  • Erección débil.
  • Impotencia sexual.
  • Eyaculación precoz.
  • Uretritis y/o prostatitis.
  • Desórdenes de sueño, neurológicos e incluso digestivos.

Alteraciones cerebrales

Al igual que ocurre en otras clases de adicciones, quienes consumen porno excesivamente suelen sobre-estimular el sistema de recompensa de su cerebro a través de un exceso de dopamina.

De modo que para poder seguir disfrutando de la sensación de bienestar y placer que esto les permite experimentar, las personas desarrollan la necesidad de consumir pornografía en una mayor cantidad con el paso del tiempo, lo cual supone no solo un mayor nivel de dependencia, sino también un mayor aislamiento.

Insatisfacción sexual

chica desnuda en posicion sensual

Los adictos al porno, en muchos casos, suelen pensar que sus relaciones sexuales no resultan lo suficientemente frecuentes, intensas y/o satisfactorias, lo cual se debe a que sus referentes son completamente ficticios, de modo que podrían llegar a experimentar una constante y gran frustración.

Problemas en la relación de pareja

Cuando los adictos a la pornografía tienen pareja, es muy probable que esa adicción termine convirtiéndose en una gran fuente de conflicto, llegando a ser incluso motivo de separación.

Estas personas no buscan a su pareja al querer alcanzar una realización o placer sexual, sino que acuden a sus dispositivos electrónicos para ver porno y experimentar aquello que desean.

Asimismo, las explosiones antinaturales de placer y recompensa, producen fuertes y antinaturales niveles de habituación en el cerebro, causando desencadenantes hiperestimulantes, los cuales generan una elevada antinatural y secreción de dopamina, haciendo que el sistema de recompensa se deteriore e incluso, que sea imposible activarlo con fuentes de placeres naturales.

Esta es la razón por la cual muchos consumidores de porno suelen tener problemas para excitarse junto a su pareja.

¿De qué manera evitar la adicción al porno?

Cuando se trata de los individuos más jóvenes, las personas adultas tienen la posibilidad de implementar ciertas acciones que ayuden a prevenir una posible adicción pornográfica, como por ejemplo, las siguientes:

  • Instalar programas anti-porno en cada dispositivo móvil y ordenador dentro del hogar.
  • No permitir que los menores puedan acceder a Internet al encontrarse dentro de espacios privados.
  • Promover una buena educación sexual dentro del hogar, la cual se ajuste a la edad de cada menor.
  • Realizar actividades deportivas y/o lúdicas en compañía de toda la familia.
  • Fomentar una comunicación asertiva.
  • Promover actividades sociales junto a otros niños y/o adolescentes.
  • En caso de detectar una adicción a la pornografía, acudir a un profesional en busca de ayuda.

Por su parte, al tratarse de personas adultas, se recomienda buscar ayuda para lograr reconocer la existencia del problema, con el apoyo de un profesional que se especialice en adicciones sexuales.