La cancillera alemana Angela Merkel ha llegado a un acuerdo migratorio para acabar con la crisis con sus socios de gobierno, los conservadores bávaros, que amenazaban con romper la coalición si la cancillera no tomaba acciones la política de entrada de migrantes.

Alemania construirá controles y ‘zonas de tránsito’ a la frontera con Austria para parar a los inmigrantes ilegales que prueben de entrar al país. Y, así, devolver los migrantes en los otros países de la Unión Europea donde habían pedido asilo en un primer momento, cuando pisaron territorio europeo por primera vez. El acuerdo llegó después de horas de negociaciones entre el ministro de Interior Horst Seehofer, de la Unión Social Cristiana (CSU), y la cancillera, de los cristianos demócratas (CDU). Merkel ha definido el acuerdo para construir centros de regreso de migrantes a los países de entrada como positivo, según ha explicado la BBC.

Un mayor control en la frontera con Austria

‘Hemos llegado a un acuerdo para prevenir en un futuro la inmigración ilegal en la frontera entre Alemania y Austria’, ha dicho Seehofer en declaraciones al medio británico. Esta negociación sobre la inmigración llega después de que los socios de la CSU dieran un ultimátum a Merkel si no actuaba en la política migratoria. Sin embargo, falta saber cómo funcionará exactamente los acuerdos con la frontera con Austria. El gobierno de Viena ya anunció que prepararía medidas para proteger sus fronteras del sur.

Está claro que la inmigración es uno de los mayores problemas que existe en la actualidad. Los países de la Unión Europea y Estados Unidos son los grandes receptores de inmigrantes, principalmente de África y México, respectivamente. A pesar de que la mayoría de los gobiernos ve con cierta reticencia la acogida de inmigrantes, la presión social y el trabajo de las organizaciones no gubernamentales están haciendo cambiar conciencias…y políticas.