La crisis ha hecho que muchas personas se replanteen su forma de conseguir ingresos. Hay profesionales que se han quedado en el paro por cambios en sus empresas o por obsolescencia de su profesión. Antes había por ejemplo mucha demanda de según qué profesiones y ahora no, y del mismo modo ahora hay mucha demanda de expertos en big data o creación de aplicaciones móviles y eso no significa que dentro de un par de años esto se haya ido todo a pique. Quién sabe.

Pero ante una crisis lo mejor es la reinvención, y es por eso que muchas personas están buscando nuevas maneras de ganarse la vida.

Un hecho muy interesante es la cantidad de negocios que existen en Internet. La red se ha convertido en una gran plataforma de compra y venta de casi todo, por lo que es habitual poder encontrar todo tipo de negocios. También hay que mencionar los negocios surgidos a través de lo que se conoce como el “sharing economy”, o lo que es lo mismo: la economía compartida. Personas que pueden compartir cosas que ya no usan o que quieran optimizar al máximo, como por ejemplo los viajes en coche (blablacar).

El negocio gourmet no se queda atrás

Hace un par de años hubo unos cuantos pioneros que se lanzaron a compartir sus comidas en internet. Una iniciativa que estaba muy bien era una red de madres que hacían comida en tuppers y las vendían a muy buen precio a jóvenes universitarios (y también personas que no querían cocinar…). El espíritu aún pervive, pero las opciones a día de hoy son infinitas. Un ejemplo son las tiendas de productos gourmet online.

¿Cómo adaptar nuestra casa para una tienda así?

En primer lugar, deberemos pedir los permisos necesarios. La legalidad ante todo, y más cuando se trata de comida. Toda persona que realiza este tipo de actividades debería sacarse el carnet de manipulador de alimentos. No cuesta nada y te evita muchos problemas.

Luego tienes que mirar los metros cuadrados que necesitas. Evidentemente, al tratarse de un negocio online no hace falta que dispongas de mucho espacio (no hay clientes, no hay mesas…) pero la ley marca unos mínimos y debes infórmate bien de ello.

Otra cosa importante son los sistemas de refrigeración. Cuando tienes productos que son gourmet, el principal objetivo es que lleguen al cliente con las mismas características con las que fueron creados. Esto significa que el estado de conservación debe ser perfecto. A esto se le suma que el sistema de transporte debe estar bien estudiado: ¿cómo distribuirás la comida? ¿con qué vehículo? ¿Con qué tiempo te dispones a hacerlo?

No es fácil adaptar una casa a un negocio, es cierto, pero todo es cuestión de ir paso a paso. Lo mejor que puedes hacer es consultar con un profesional y que te vaya indicando los pasos, sobre todo a nivel de permisos y documentación (si no lo haces bien no solamente tendrás problemas sino que además te pueden poner grandes multas).

También es posible que tengas que hacer obras, ya que difícilmente se cumplirán los requisitos a la primera. No te preocupes, es un paso más hacia el éxito de tu nuevo negocio. En todo caso, nuestro principal consejo es que no te quedes con la primera oferta que encuentres: cuando se trate de externalizar algún servicio (ya sea la reforma de la casa o el transporte de la comida a los clientes) lo mejor es mirar bien en Internet que ofertas hay y pedir varios presupuestos. Seguro que al final consigues aquello que buscas a un buen precio.